Parece una locura, pero cada vez son más los que se atreven a probar esta excitante experiencia: bucear bajo un témpano de hielo. Y es que, desde que en 1901 el explorador alemán Willy Heinrich se atreviera a probarlo por primera vez, son muchos los que se han lanzado a imitarlo y buscan lugares preparados para poder hacerlo.
Así que si eres un amante del submarinismo y las actividades subacuáticas no debes desechar la idea de practicar tu deporte favorito en invierno y viajar para ello a los lugares más insospechados con tu traje de neopreno en la maleta. Por ejemplo a algunas estaciones del Pirineo francés, como Les Angles, situada a más de 1.600 metros de altitud. Allí, durante los meses de enero y febrero se puede practicar buceo bajo el hielo del lago Matemale acompañado por monitores e instructores de buceo.
Siempre con las medidas de seguridad más extremas (hay que hacer un cursillo previo obligatorio y toda la inmersión está controlada por especialistas, tanto bajo el agua como en la superficie), y con equipos de buceo especialmente adaptados a las bajas temperaturas, se realizan inmersiones controladas en el entorno casi mágico del hielo blanco.
Les Angles no es el único lugar donde se puede racticar esta peculiar modalidad de buceo, también en Andorra (Lagos de Cabana Sorda, Tristaina, la Canaleta y el Forn) o en el Balneario de Panticosa, en pleno Pirineo Aragonés. La inmersión es muy parecida en todos estos lugares, así como la oferta complementaria que la rodea, que suele incluir una copiosa merienda y una bebida caliente para recuperarse de esta gélida y hermosa experiencia.