Solo ocho kilómetros de largo y cuatro de ancho es la extensión de Isla Mujeres, una pequeña isla del Caribe a escasos kilómetros de la costa mexicana de la península de Yucatán. Pequeña en territorio pero enorme en belleza natural. Una de las mejores excursiones que podemos hacer desde la vecina Cancún.
En este pequeño paraíso está todo pensado por y para el turista, un edén donde se combinan de manera magistral el paisaje verde de la selva con la luz del Caribe y unas aguas siempre cristalinas, ideales para practicar el submarinismo.
Obviamente en Isla Mujeres las distancias son cortas. Para recorrer sus caminos lo mejor es alquilar una bicicleta y seguir las rutas que saltan de la costa al interior, descubriendo aquí unas ruinas mayas y allí algún rincón escondido del litoral en el que darse un chapuzón.
Una de las playas más famosas es la de Playa de Cocos, ideal para tumbarse al sol y dejarse fascinar por la belleza del lugar. No menos interesante es el Santuario de las Tortugas, donde también se puede nadar y practicar deportes acuáticos.
Para ser honestos, en Isla Mujeres hay poco que hacer más allá de relajarse y disfrutar del sol y de la belleza del entorno, aunque la presencia de los mayas durante siglos ha dejado algunos vestigios interesantes para aquellos que son aficionados a las culturas antiguas. Según los estudiosos, esta isla debió ser una especie de santuario de peregrinaje para los antiguos mayas al que llegarían a bordo de sus canoas dada su situación tan cercana a la costa.
Hoy Isla Mujeres es un destino turístico muy selecto y los precios de alojamiento no son especialmente baratos. Lo ideal es pensar en este lugar como objetivo para una excursión de un día durante nuestra estancia en la Riviera Maya.