Muchos turistas aprovechan las vacaciones estivales para visitar la Ciudad Eterna, un destino con mayúsculas dentro de la oferta de viajes por Europa. Roma luce un brillo y una alegría especiales en esta época del año, aunque hay un inconveniente importante: el calor.
El calor romano es especialmente duro de soportar, en especial por aquellos visitantes llegados de otras latitudes poco acostumbrados al sol y a las elevadas temperaturas de esta época del año. Pero tranquilos: hay formas muy eficaces de combatirlo.
Toda la ciudad está salpicada de fuentes públicas de agua potable, los llamados nasones, en los que tanto romanos como foráneos sacian su sed y se refrescan del calor, aunque otros prefieren hacerlo saboreando los deliciosos y míticos helados italianos.
No hay acuerdo en el tema de decidir cuáles son los mejores helados de Roma, aunque sí podemos apuntar unas cuantas direcciones famosas en la capital de Italia donde disfrutar de variados, refrescantes y sabrosos helados. Allá va una breve lista de las mejores heladerías:
- Giolitti (Via Uffici del Vicario 40), junto al Panteón. La heladería más famosa de la ciudad, siempre llena de gente.
- Gelateria San Crispino (tres ubicaciones: Via della Paneeria 42, junto a la Fontana de Trevi - En la Piazza della Maddalena 3, junto al Panteón - En la terminal A del aeropuerto de Fiumicino). Su nombre es ya legendario tanto dentro como fuera de Roma, sinónimo de calidad y tradición.
- Gelateria del Teatro (Piazza S. Simeone 22). Más moderna qu elas anteriore spero igualmente famosa, sobre todo por su ubicación privilegiada a dos pasos de la Piazza Navona.
- Al Settimo Gelo (Via Vodice 21 A), la mejor gelateria del barrio de Prati.