Hace unas semanas el Valle del Jerte ofrecía a los viajeros ese espectáculo único que protagonizan más de un millón de cerezos en floración, cubiertos por un manto blanco que parece mágico. Pues bien, ahora llega el esperado momento de recoger sus deliciosas cerezas, la fiesta de “La Cerecera”.
Para acompañar el color y el fabuloso sabor de las cerezas del Valle del Jerte, los pueblos de la comarca se unen para ofrecer un extenso programa de actividades lúdicas, culturales y gastronómicas desde ahora hasta el mes de agosto.
Por ejemplo, la mayoría de los restaurantes de la comarca preparan estos días menús especiales en los que el ingrediente principal es la picota, la variedad más carnosa, dulce y apreciada de la familia de las cerezas. Además, durante los meses de junio y julio, las cooperativas de varios municipios del Jerte abren sus puertas cada domingo para que los visitantes conozcan las diferentes variedades y para mostrar cómo trabajan sus socios, desde la recogida en el campo hasta la clasificación y envasado. Habrá visitas guiadas y degustaciones de fruta y de toda la gama de licores y aguardientes.
El poderoso reclamo de las rojas cerezas, unos paisajes de extraordinaria belleza y unas gentes amables y hospitalarias son los argumentos que deberían convencernos para apuntarnos este verano al turismo rural en el Valle del Jerte. Al menos, hay que sacar tiempo para visitar la localidad de Cabezuela del Valle el 2 de agosto. Allí, en una jornada que incluye menús gastronómicos, un mercado de economía responsable con productos ecológicos y artesanía, actividades lúdicas para niños y adultos, música y juegos tradicionales, podremos disfrutar de lo mejor de esta región.