Además de paradisíacas playas de arena, en Mallorca podemos encontrar también pequeños y escondidos tesoros de aguas cristalinas: las calas de piedra que salpican sus costas, tanto en la Tramuntana como en los litorales del sur y de Llevant. Unas, desiertas y de acceso complicado, otras más conocidas y frecuentadas, pero todas maravillosas.
¿Quieres descubrir y disfrutar estos tesoros? Pues busca ya vuelos Palma de Mallorca baratos y lánzate a una aventura inolvidable para tus sentidos.
Tal vez las más espectaculares están en el norte, donde las encontramos al final de serpenteantes carreteras que discurren a través del maravilloso verde de las montañas de la Serra de Tramuntana. Allí nos esperan calas como Estellencs, Banyalbufar y su fuente de agua dulce que los bañistas usan de ducha, Port de Valldemossa, Port des Canonge, Cala Deià (en la imagen de arriba) o Llucalcari, un recogido edén naturista. Y ya llegando a la península de Formentor, las increíbles aguas turquesas de Cala Figuera.
En el extremo occidental de la isla, en el municipio de Andratx, hay maravillosas calas de piedra y agua transparente como Cala Cranc, Ses Dones o Cala Llamp; el litoral de Calvià hasta Palma cuenat también con alguna solitaria sorpresa rodeada de playas turísticas como Son Caliu o Es Caló des Monjo.
En Llevant, la recortada costa oriental mallorquina salpicada por cientos de calas, hay algunas maravillas de piedra que no te puedes perder como Cala Rotja, cerca de Capdepera o la Cala de s’Algar en Felanitx; al sur, en un litoral dominado por acantilados y pocos accesos al mar, brilla el color azul de Badia Blava, es Calonet de s´Almadrava o Cala Pi.