Una de las ciudades idóneas para una escapada de fin de semana fuera de nuestras fronteras es Colonia. A solo un par de horas de vuelo se despliega un destino que reúne numerosos atractivos de ocio y cultura. El gran símbolo de esta gran ciudad a orillas del Rin es sin duda la Catedral, conocida como Kölner Dom, el templo gótico más grande de Alemania.
La Catedral de Colonia es el monumento más visitado de Alemania y una visita obligada para quienes visitan la ciudad. Desde el punto de vista religioso, éste es el corazón católico alemán desde que fuera levantada en el año 1248 con el fin de albergar las reliquias de los Tres Reyes Magos.
En su día el Dom, con sus 157 metros de altura, llegó a ser el edificio más alto del mundo, condición que mantuvo hasta finales del siglo XIX. hasta el año 1884. Este imponente templo sobrevivió a los cruentos bombardeos que sufrió la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, aunque no pudo librarse de padecer numerosos años. Se salvó precisamente por sus dos altas torres, que los aviadores aliados utilizaban como punto de referencia imprescindible en sus ataques.
Hoy solo la Catedral de Sevilla supera al Kölner Dom en la clasificación de catedrales góticas más grandes de Europa. Eso sí, aquí está la campana más grande del mundo (Der dicke Pitter, que en dialecto kolsch significa “Pedro el gordo”. Esta colosal campana de bronce solo es tañida en ocasiones muy especiales. Quien quiera verla de cerca puede ascender hasta la plataforma por una angosta y empinada escalera, desde donde se obtiene una excelente vista de la ciudad.