Una de las visitas más famosas en la ciudad de Dublín es la del Half Penny Bridge, o Ha’Penny Brige, el pequeño puente de hierro que cruza el río Liffey, en el centro de la ciudad. Uno de los lugares históricos de la capital de Irlanda.
El “puente del medio penique” conecta las dos orillas del río Liffey a la altura de Temple Bar y tradicionalmente se le ha considerado como el gran punto de encuentro de las parejas de enamorados. En realidad lo que más se ve en él hoy son turistas en busca de una foto de recuerdo. No obstante, se trata de un puente muy bonito pintado de blanco y con una estética clásica llena de encanto, sobre todo de noche, cuando se ilumina con unos pequeños y románticos fanales.
El Half Penny Bridge fue construido en 1816, inaugurado con el nombre de Wellington Bridge. Su denominación actual se debe al peaje que antiguamente había que pagar para poder usarlo. Medio penique no era una tarifa precisamente barata, pero realmente valía la pena abonarla ya que, hasta su construcción, solo se podía pasar de una a otra orilla con el ferry. Y es que este puente fue el primero que tuvo la ciudad.
EL primero y el único hasta el año 2000, cuando fue inaugurado el Millenium Bridge. El tercer puente sobre el Liffey en Dublín es el James Joyce Bridge, bautizado así en honor del autor de la mítica novela Ulisses, diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava con una estética completamente diferentes, vanguardista y moderna.