El Valle de Arán (la Vall d´Aran) es un lugar diferente al resto de las comarcas pirenaicas catalanas, tanto por sus características culturales como geográficas. Sus habitantes hablan el aranés, una lengua emparentada con el catalán pero que no es catalán, y las laderas de las montañas poseen inmejorables condiciones para disfrutar del esquí y otros deportes de nieve.
Situado al noroeste de la provincia de Lleida, por el norte linda con Francia y en su divisoria se halla la cota del Mauberme, un coloso de 2.880 metros de altitud; en el este se halla la frontera con la comarca catalana del Pallars (la montaña de Tuc de la Llança marca el límite); al sur limita con Pallars y Ribagorça y en el oeste de nuevo con Francia y Aragón. Una situación de privilegio para atraer esquiadores y turistas tanto de Cataluña y Aragón como del país galo que llegan cada invierno para disfrutar del placer del esquí en Baqueira, la estación más importante de esta zona de los Pirineos.
y eso que durante siglos La Vall d’Aran fue una especie de isla en mitad de las montañas, completamente inaccesible durante el invierno hasta que se construyó en 1924 la carretera que pasa por el puerto de la Bonaigua y en 1948 el viejo túnel de Vielha. Un nuevo túnel, el de Juan Carlos I, más moderno y eficiente, se inauguró hace ahora exactamente cinco años.
El esquí y los deportes de nieve tienen un extraordinario prestigio en La Vall d’Aran, donde abundan los pequeños y grandes hoteles de nieve, los alojamientos de Turismo Rural y los restaurantes donde se sirve lo mejor de la gastronomía pirenaica. Todo ello gira alrededor de la estación de Esquí de Baqueira Beret. Pero no solo ya durante el invierno, porque poco a poco el Valle de Aran se está consolidando como un destino turístico para todo el año por su atractivo y belleza natural, actividades al aire libre y los deportes de aventura.