No es ningún secreto: La Habana no es solamente la capital de Cuba, también es una leyenda, un destino con un encanto mágico con un embrujo que acaba seduciendo a todos cuantos la visitan.
Esa ciudad que se ha detenido en el tiempo, con coches de otra época y edificios elegantes (aunque no precisamente bien conservados) tiene algo especial. ¿Quieres descubrir el qué? Busca los mejores precios para viajes a La Habana. Reserva ya y lánzate a una aventura que nunca olvidarás.
Se trata en definitiva de un destino que merecería una vista más larga, pero si no tienes más que de unos días para verla lo mejor es seguir nuestros consejos:
Qué ver en La Habana
Empezamos por la Habana Vieja, donde vive el verdadero espíritu de la ciudad. La Plaza de Armas, la Catedral y muchos otros rincones maravillosos nos esperan allí.
Después hay que visitar el Capitolio Nacional, que fue construido a imagen y semejanza del de Washington, deteniéndonos antes en La Bodeguita del Medio, donde es obligado emular a Hemingway y tomar un mojito. Cerca de allí está también el Callejón Hamel, con muchos pequeños talleres de artistas.
En la Plaza de la Revolución, donde ondea una gran bandera cubana bajo la atenta mirada del Ché Guevara. Desde allí volvemos al mar para dar un paseo por El Malecón, siempre lleno de vida. El gran balcón marítimo de la ciudad. Y luego visitar la Fortaleza del Morro y escuchar los cañonazos al final del día.
Redondeamos nuestro día en La Habana cenando en un paladar, el típico restaurante casero cubano donde se ofrecen las mejores especialidades de la isla y, por qué no, disfrutar de la música y la esencia del Caribe en el Tropicana, el mítico cabaret de la capital.